Bueno tal vez comencé al revés todo esto. Así que les puedo
decir que soy hijo de un contador, mi vida se vio llena de números desde
pequeño. Por asares del destino mi padre descubrió su vocación: la serendipia. Mi
infancia estuvo llena de imaginación. Desde
pequeño me vi en un ambiente libre de presiones, lleno de motivación. El oficio
de mi padre me enseño lo calculador que soy a veces. Mi madre por su parte me
enseño el arte de sentir la vida de poquito en poquito, ella nació en las
afueras de la ciudad un pequeño poblado lleno de tranquilidad y animales. La lluvia
era algo fortuito así que no me molesta mojarme, me gusta como huele la tierra
y sentir el viento en la cara, me gusta el rio y el cauce que lleva el agua.
13.9.11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por un momento piénsatelo bien.