Mis ojeras siguen creciendo, la luna se sigue desplazando y
aun tengo algo de hambre. los vecinos están cantando, pero eso no me importa
del todo. esta noche me acompaña el señor curtis, se está poniendo cómodo en mi
recamara mientras los demás afinan sus instrumentos; yo sigo jugando con mi
tatuaje, pasándolo de regular a itálicas.
la mesa está llena de ropa que debería estar doblada y aun
no sé el por qué. nunca me terminé de entender cómo se mueven las cosas por acá,
supongo debería mudarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por un momento piénsatelo bien.