Mis lunes se ve embestido por
caballos, gripe matutina y algunas cuantas partes de algodón; he trasbordado
para terminar en el mismo asiento, mientras las mañana seguía escapando en la
ventana posterior. mis nauseas matutinas se mantenían puntuales, los golpes de
la gente al pasar; en momentos como esos siempre me asalta la misma duda, de
que habrá sido tu sueño la noche anterior.
Por ejemplo al salir, siempre me
pregunto qué diablos estoy haciendo. generalmente la incógnita se pasa en los
siguientes 5 minutos. a veces me pasa que se queda todo el día, noche y fin de
semana. caso similar a lo que tú me provocas, eres una incógnita que no se
despeja de mi, ni de lo que me acontece, ni de mi entorno ni de mi situaciones
cotidianas.
No tienes que entender lo que
trato de decir, mucho menos escucharme durante tiempos prolongados. No hay que
saber que dicen los silencios que nos invaden, tan solo hay que saber cómo
pasar desapercibidos. mientras la ciudad se pierde entre las ondas de calor, yo
prefiero perderme en tu mar. nunca terminaré de entender lo que está
sucediendo. Si de pronto mi lunes se
vuelve extraordinario, tendré que culparte por todo lo sucedido.
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