El momento siguiente a ese, es mi favorito; la espera llena
de silencios, aunque la gente sigue en sus posiciones y los vehículos en
movimientos, yo sigo aquí como en cámara lenta, cada vez es más lento el
movimiento y pesada la distracción.
Cuando uno no tiene sentimientos parece que está muerto,
pues la vida le pasa y simplemente le pasa. No le genera nada ni le agrega
nada, uno está prácticamente esperando lo que venga, sea cual sea la situación.
Otra situación es cuando uno tiene sentimientos y esos sentimientos le hacen
sentir a uno muerto, no queda más que hacer que esperar que sucedan las cosas,
que venga lo que sea, esperar, esperar, estoy cansado de esperar.
Aunque de todos modos, no me molestaría esperar, más bien no
me molestaría esperar contigo. Esperar la vida, lo que sea que venga, las películas
sabatinas, las plantas y algunas discusiones sin sentido. La policía, podemos
esperar a la policía, que venga y resuelva todas nuestras conversaciones, sería
una salida fácil.
No entiendo porque últimamente, la gente se está deprimiendo
mucho con la lluvia, es decir es canícula, es julio; supongo que deben tener algún
vacío que no han descubierto. Yo creo haber descubierto el mío, trato de llenarlo de café, libros y películas.
Volviendo a la lluvia, me gustan los So-Ni-Dos que va dejando sobre las
superficies y como el viento interactúa.
A veces me gustaría tener un interruptor, como el de mi lámpara
(bueno, uno que funcione bien) para poder apagarle las luces al mundo y
quedarnos todos en la penumbra, además así no me sentiría tan culpable por
dormir todo el día y vivir toda la noche.
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