Llega un punto donde uno se cansa
de decir mentiras todo el tiempo, de ser un cínico y no tener vergüenza;
afortunadamente aún no me ha sucedido, por lo tanto sigo como de costumbre,
perdido entre las noches y disfrutando todo, incluido los cigarrillo entre películas.
cuando sucede, -y no quiero
decirlo como un evento aleatorio, porque va a suceder y de alguna manera tienes que estar presente cuando sucede- lo único
que queda por hacer, es reír como loco, maníaco, pero nunca dejar de leer, pues
tiene que haber un punto de equilibrio, en donde uno aprende mentiras nuevas y
nuevas maneras de mentir.
El mentir, es el mejor ejercicio
de creatividad que conozco; siempre, desde pequeño ha sido lo más difícil del
mundo; pero con el tiempo, uno va aprendiendo su vertientes y sabe que palabras
usar, para no ser tan directo y expuesto. creo que al final, siempre es mejor
mentir con la verdad, la verdad es la mejor mentira, porque puede parecer tan
irreal que incluso pueden tomarla por No-Verdad, pero ustedes sabrán que es un
doble juego, es decir, están diciendo algo que es verdad, que sucedió, que ha
pasado; pero que de la misma manera, no lo crean del todo, es así como se legitimada
un mentira, con el hecho de no creérselo del todo. Podemos decir que el
gobierno de Peña es una mentira que cae dentro de lo que les estoy hablando, es
algo que ha sucedió, está ahí es plausible, lo vemos a diario, pero no lo
creemos del todo. Una mentira de verdad.
La vida está llena de esta
situaciones que podrían resultar tan bizarras como la sal vegetal, sustitutos
de azúcar y cafés descafeinados. productos que claman ser algo distinto aunque
al final son y no hay nada que importe.
Les cuento todo esto, porque, le
he dicho a N que la amo; los hechos están ahí, la presión sanguínea se altera,
las pupilas dilatadas, esa risita tonta al saberle llegando o al saberme cerca
de su presencia; pero conforme han transcurrido los días, me he dado cuenta que
es algo que no creo del todo, a estas alturas no podría decirle que es una
mentira y que soy como la sal vegetal; creo que me lo tomaría como una broma de
mal gusto, inclusive podría creerlo una broma de buen gusto y eso me dejaría en
un punto más jodido que al comienzo.
Todos cerca de mí, dicen que es verdad,
está sucediendo y que no hay que resistirse. creo que simplemente es una
casualidad bien tonta como el equivocarse de línea en el metro, darse cuenta
demasiado tarde, bajar en la estación equivocada y poner cara de que es donde
se quiere estar, pero al final del día uno sabe que no es ahí donde quiere
estar y que hay que esperar a que se vaya el vagón, para abordar el siguiente.
Uno se repite tanto las cosas que
termina siendo verdad, pero mi situación es exactamente lo contrario, las
situaciones se están repitiendo tanto y tan seguido que he terminado por creer
que no son ciertas, que de una manera que no puedo explicarles, todo es mentira,
y en algún momento se derrumbara el castillo de naipes o despertaré en medio de
una calle transitada con la pijama puesta y no sabiendo que hacer.
El eje central de todo esto, es todo mentira.
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