¿Cuánto puedo quererte en una hora?
¿Cuánto cariño puedo tomarte
entre los transcurso en una ciudad sin pies ni cabeza que crece
exponencialmente; qué se pierde a si misma entre tanto objetivismo?
probablemente lo que trato de decir, es que, a cada momento entre distancias
cortas y recorridos breves, me invades el pensamiento; que en los momentos justos
antes de dormir, mientras mi mente divaga archivando el drama diario, tu voz
aparece; el sueño se disipa un poco, pero mi mente comienza cabalmente a
dibujarte entre las líneas difusas que advierte la llegada inminente del mundo
no preconcebido.
Así que he determinado que el
hecho de quererte se mide perfectamente en leguas; mientras llegamos a
determinado punto, todo va de maravilla, mientras la gente mantiene sus miradas
ocupadas en lugares que tienen brillos fugaces que mostrar; pero en el momento
justo, mientras las luces se apagan y la gente regresa, tu desapareces.
Recuerda también, que una legua puede
ser un maratón. en resumen, todo es tan fugaz o duradero como queramos.
¿Es todo esto una trampa, para poder dormir más
temprano?
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