I´m here |
Nunca vamos a enterarnos de
cuantas calles tiene la ciudad, pues no paramos de perdernos el uno en el otro.
Incluso el break en el que vas a la cocina, o mientras se enfría el estofado no
es suficiente. Nunca.
Las coordenadas que tus ojos
ponen en mi cuerpo se limitan a dar breves referentes para las marchas
exploratorias de tus manos. Tus guías se ausentan, dan marcha atrás y dejan el
camino de siempre, el terreno conocido. Indagar fuera de la ruta de costumbre,
lejos de los besos de siempre y a la sombra de las caricias sistematizadas.
Hay que hacer ruta entre tus
labios y los míos, darles una brecha que recorrer entre besos, el perderse
siempre es una alternativa formidable.
La cartografía de nuestros
cuerpos es cada vez más detallada y a momentos me gusta acampar en tus lunares,
pasarme las pascuas entre tus pecas y los fines de semana en tu vientre. Por tu
parte te pasas la siesta sobre mi pecho, las películas en mi hombro y las
despedidas sobre mi rostro.
Es momento de nuevas travesías
que involucran estar perdidos, pero en movimiento entre el sonido asaltante de
lo cotidiano, la hora pico de la rutina y las cumbres llenas de extraños
pasajeros. es el momento de salir y perdernos, de buscar lo inusual, la
significación absoluta de ti en cualesquiera de los lugares que se recorren un
día entre semana.
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